¡AY, AY, QUÉ DOLORES!

Oiga que dice mi portera que Dolores, “la” Cospedal, nos ha llamado corruptos. A usted, a mi jefe y a su santa.
Palabra que lo dijo. Y ya le tiraron un poco de las orejas, pues esta historia de la corrupción empezó, recuerdan, con aquella foto de familia (ella, Mariano, Arenas, Soraya etc., en primera fila) acusando a todo el mundo de “una causa general contra el PP”, pues la Gürtel era un robo al partido de la gaviota no un atraco del grupo.
Después, ¿recuerdan?, eran unos pocos que habían “enmerdado” al partido más limpio que jamás nunca hubo. Ay, ay, Dolores… desde la mantilla española junto al obispo, hasta los presuntos líos de su santo en cajas y otros negocios, pasando por las obras de la sede de Castilla-La Mancha, los sueldos atesorados en varios de sus múltiples empleos y otros líos… hasta los juzgados.
Recapitulemos, Dolores, pues el asunto ese del caso Cascos (AENA presente en una feria en Silleda para anunciar sus vuelos ¿?) de 2002, lo de Valencia (que de nuevo arrastra a otros “gaviotos” a los juzgados) viene de 2007 y dos años después estalla el caso de la caja “B” y hay que añadir otros ocho años, día más o menos, con la Gürtel en Madrid.
Hay que reconocer que pese a toda esta historia, vuelan que da gusto en Valencia, Madrid etc. y que, por eso, tal vez, quiera Dolores poner el ventilador para ensuciar el paisaje y manchar a todo el paisanaje, pero, aun en el caso de que se refiera a lo de “factura con IVA o sin IVA”, o las pequeñas trapisondas de parte del personal, no se pueden comparar con los miles de millones que, entre las obras inútiles y los sobresueldos, se llevaron una serie de políticos a los que ustedes, como Gobierno, debían perseguir, y entre ellos una serie de “coleguillas” que, precisamente con esa complicidad de estar pisando moqueta, metieron la mano hasta el sobaco.
Unos ya están en la cárcel, otros en los juzgados y algunos se han salvado por la campana, ese artilugio que marca los tiempos jurídicos al tañido de “prescrito”, “prescrito”, que, recuerde no significa ¡ni mucho menos! Inocente, inocente …
Ay, ay, ay, Dolores, ¡qué dolores de cabeza le das a los tuyos! Pero, tranqui, que en la cárcel ya no hacen fotos…

¡AY, AY, QUÉ DOLORES!

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