Amores que matan

Belén Esteban, uno de esos personajes de la “pomada” que, dicen, crean opinión, confesó “yo por mi hija mato”. Belén, amigo lector, quedó “prime” en una encuesta que buscaba líderes para Cataluña. Rivera, por España, está dispuesto a perder credibilidad y, también por España Mariano está dispuesto a seguir gobernando… lo que supone matar poco a poco a los jubilados, los enfermos que tienen que arrimar el copago para no morir y a los niños (tres de cada diez en este doliente país) que van a crecer desnutridos. Esto sin contar a los millones ¿fueron once, trece, que no le votaron?, que están al borde del infarto pensando en una nueva legislatura bajo su presidencia.
Contaba este domingo en “El País” César Arjona doctor en Derecho por la Universidad de Cornell que “un experimento diseñado por el psicólogo S. Milgran, en los años sesenta, sugiere que “bajo las órdenes adecuadas de autoridades percibidas como legítimas, la mayoría de los ciudadanos ordinarios podrían llegar a matar a sus semejantes anteponiendo la obediencia a la responsabilidad moral”. 
Lo dicho, amores que matan. Por Dios, la patria, el equipo del pueblo o el mantenimiento del chollo. Y con demasiada frecuencia estos líderes que empiezan sus discursos por el bien de la patria se olvidan de los ciudadanos que forman la patria. Para ellos la patria se circunscribe a los suyos: socios, familia, la peña, la casta, como usted quiera llamar, pero fácil de reconocer.
El último caso lleva el nombre del exministro Soria, pero hay más si “echamos” una mirada a la patria con el señor Rajoy mandando: Cifuentes presidió el tribunal que hizo funcionaria a la novia de su hermano; un hijo de Arias Cañete, cobró 4.500 euros de la ciudad de Justicia de Madrid; un hijo de Aguirre, la exnovia de Feijóo y la hija de Zaplana son asesores del Gobierno con sueldos entre los noventa y cien mil euros al año y la sobrino del ministro De Guindos está enchufada en una organización del FMI y hay más miembros de la familia “pepera”, como el señor Matas (aquel al que quería copiar Mariano su forma de gobernar) con otros cinco juicios en puertas y el edil del PP de Palma y diputado autonómico que montó una policía con agentes afines al partido para beneficiar a empresarios del ocio nocturno también de la cuerda… Mariano nos mata a sustos o nos engaña como (a los) chinos.

Amores que matan

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