POLÍTICOS Y CIUDADANOS

Son todos iguales, son corruptos, solo buscan su propio interés y lucro personal… Son algunas de las expresiones utilizadas por miles de ciudadanos cuando se  refieren a la clase política. No es nada nuevo, a pesar de que, en los últimos meses, surgieron formaciones que pretenden luchar contra los privilegios de los servidores públicos y demostrar que hay otras maneras de gobernar. No podemos olvidarnos que los políticos son un reflejo de la sociedad.
Trabajadores, empresarios, inversores, pensionistas, estudiantes y ciudadanos, en general, formamos parte de la sociedad. Unos aplauden el sistema y una buena parte aboga por un cambio, cuyo motor sea la propia base de una pirámide desequilibrada, donde el poderoso tiene cada vez más poder y al humilde le cuesta sobrevivir.
No tendríamos que creer en salvadores de la patria ni que un presidente o equipo de gobierno pueda cambiar ciertas cosas. La transformación tiene que partir de la sociedad civil a través de los movimientos y plataformas vecinales al ser, en estos colectivos, donde se sufren o disfrutan las consecuencias de las medidas de los gobernantes. Gran parte de la sociedad ya pertenece a esa mayoría que asume, como algo normal, situaciones injustas por temor al poder político y económico que le puede llevar a formar parte de la “casta de los parias de la exclusión social”.