PIRATAS DEL MAR

Que los mares y océanos son un patrimonio universal para disfrute y la supervivencia de todos los habitantes del planeta parece que no lo tienen muy claro muchas multinacionales o empresas pesqueras que se dedican a buscar su lucro personal a costa de utilizar artes prohibidas y ejercer la pesca ilegal en zonas de especial protección.
Según la Ccamlr, que es un organismo internacional para la protección de los recursos, de la flora y fauna,  de uno de los pocos lugares vírgenes del planeta, que es la Antártida, hay algunos pesqueros, entre ellos algunos españoles, que se dedican a meter mano al bacalao negro, en zonas prohibidas, a través de la utilización de redes ilegales que esquilman todo cuanto hay en el fondo.
Es sabido que en esta zona del planeta faenan decenas de buques de pesca de muchos países del mundo entero. Por eso al ser la Antártida una zona sin dueño hay un acuerdo internacional, entre países, para proteger la enorme riqueza del lugar.
Como en casi todo, en la vida, siempre hay los listillos de turno que no se preocupan más que de aumentar sus riquezas a costa de dañar el ecosistema natural (capturas ilegales) y poniendo en riesgo la vida de personas inocentes, (tripulantes).
Estos armadores o propietarios de los buques están en sus casas, mientras tanto los tripulantes se juegan la vida día tras día pescando en zonas prohibidas y con artes ilegales. Si los buques son detenidos por las patrulleras de vigilancia se quedan sin barco.
Luego compran otros más baratos que no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad. Si todo sale bien, estas empresas armadoras, (no los tripulantes) pueden obtener unas ganancias del 90% de la inversión.  
Todo vale con tal de sacar suculentos beneficios. Tienen que mantener el estatus social aunque sea a costa de ejercer, profesionalmente, como “piratas del mar”.