¿QUÉ ES LO QUE OCURRE?

Apenas pueden dormir. Las discusiones de pareja son cada vez más frecuentes. La ilusión y la armonía ya desaparecieron en esa familia. El padre apenas juega con su hija de 12 años, como lo hacía antes. Ahora no le quedan ni fuerzas ni ganas.  La hija, a pesar de su corta edad, sufre una frecuente ansiedad. ¿Qué es lo que ocurre? Esta familia, como tantas otras, está pasando por dificultades para poder hacer frente a las cuotas hipotecarias de su vivienda habitual. La habían comprado hace más de una década y ahora ya se les hace cuesta arriba cumplir con sus obligaciones crediticias. La culpa es que la mujer está en paro, sin prestaciones  y el marido percibe unos 426 euros mensuales. La hija está estudiando y le afecta el ambiente familiar de crispación y preocupación constante.
Cuando llegan en busca de ayuda lo primero que se me ocurre aconsejarle, como padre de familia que también soy, es que piense primero en su hija y en su esposa. Compruebo que existe amor, cariño y un proyecto con común. Lo demás se solucionará con el tiempo, para eso hay cantidad de oportunidades para volver a empezar. Tras estudiar su caso lo mejor es tratar de vender la casa y de no ser posible, solicitaremos una moratoria. Luego la familia ya está pensando en la dación en pago e irse a vivir de alquiler.  Ya no quieren volver a pasar por esta dramática situación que casi tira por la borda tantos años de armonía familiar. Ahora la hija está deseando salir de clase para llegar a casa y jugar con su padre. Eso es vivir, todo lo demás es secundario.