HIPOCRESÍA, POLÍTICA Y REALIDAD

Respira con dificultad, trata de articular unas palabras, pero al poco tiempo se le humedecen los ojos y apenas puede hablar. Imaginándonos su situación, tratamos de tranquilarla, dándole un abrazo y al poco tiempo comienza a relatarnos sus angustiosas vivencias. Lleva varios meses con temor a perder su vivienda, ya no paga las cuotas hipotecarias al banco. Ya no tiene para comprarse una bombona de butano y mañana le vence el recibo de la luz. La calefacción, a pesar del frío, ya no la utilizan desde hace semanas. Es una de tantas familias humildes de Galicia que tienen hijos menores y no pueden ni llegar  a mediados de mes y mucho menos costearse los servicios básicos como pueden ser llos alimentos, la ropa, los productos de aseo, la luz, el gas, etc.  
Luego escuchamos a muchos responsables políticos y a nuestros gobernantes hablar de brotes verdes, del bajo déficit, de la prima de riesgo, de que están viendo la luz del túnel de la crisis. Lo cierto es que como estas son centenares de familias en Galicia y miles en España que viven estas y peores situaciones. Esto es injusto, inhumano, insolidario y contrario a los más elementales derechos humanos. Nuestros gobernantes tienen poder y medios suficientes para que estas familias puedan vivir con un mínimo de dignidad, solo es cuestión de voluntad política, honestidad y ganas de hacer las cosas. La propia sociedad civil, con sus diferentes movimientos, les están dando un ejemplo y esto mismo es lo que tienen que hacer para que puedan cambiar las cosas, lo demás es demagogia e hipocresía política.

HIPOCRESÍA, POLÍTICA Y REALIDAD

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