La cultura del botellón

La juventud tiene todo el derecho a divertirse. Los jóvenes son los más perjudicados por la mayoría de las medidas adoptadas por nuestros gobernantes. Hace ya bastante tiempo que el ocio nocturno se está convirtiendo en un problema de salud pública y de seguridad ciudadana, gracias a las consecuencias que comportan los botellones.  
Lo peor de todo esto es que a la mayoría de la sociedad y de los poderes públicos parece no preocuparles porque se mantienen al margen y consienten este tipo de movida nocturna en cualquier calle. Da igual, el botellón ya forma parte de la “cultura” de muchos jóvenes y para algunos de ellos ya es algo habitual que, cuando uno sale de marcha, tienen que emborracharse para “ahogar” sus frustraciones.
Los expertos hablan de que todo es cuestión de la educación que reciben en los hogares, pero el tiempo pasa y cada vez es más normal ver a jóvenes, incluso de 14 y 15 años bebiendo alcohol en las calles. A pesar de estar prohibidos los “botellones” cada vez abundan más, principalmente en estas épocas estivales de fiestas permanentes, no solo los fines de semana.  No podemos olvidarnos tampoco de que los padres no estamos exentos de responsabilidad aunque la mayoría no hacemos nada para evitar que nuestros hijos, bastantes de ellos menores de edad, tengan que acudir a los centros de salud u hospitales por problemas con el alcohol. Preferimos mirar para otro lado, mientras tanto nuestros hijos continúan dañando su salud e impidiendo el merecido descanso de los demás ciudadanos.

La cultura del botellón

Te puede interesar