El PSOE es la oposición

El PP fue la fuerza más votada el 26-J, pero quedó lejos de asegurar la mayoría necesaria para formar Gobierno en solitario. No es la primera vez que sucede algo así y todos los candidatos que estuvieron en esa situación se buscaron la vida para ser investidos, sin recurrir en ningún caso al primer partido de la oposición. Entre otras cosas, porque la oposición es eso: oposición. Por alguna razón, Rajoy no quiere entenderlo.
Hay políticos y analistas que sostienen que el PSOE debe apoyar al PP. También hay dirigentes del PP y medios afines que no solo quieren defender las posiciones del PP, sino que también quieren decirle al PSOE lo que debe hacer. Para ello se basan en varias razones, la principal que sin el PSOE no puede haber Gobierno, algo que no es cierto. Hagámonos la pregunta clave: ¿puede formar Gobierno el PP sin necesidad de que los socialistas le ayuden, votando a favor o absteniéndose? Sí. Es difícil, pero no imposible. Otra cosa es que a Rajoy le guste la vía del apoyo socialista, porque es la más cómoda para él. Es posible, por tanto, que el PP alcance un pacto coherente ideológicamente, con Ciudadanos como base principal, y con el apoyo de pequeños partidos. En el peor de los casos, si sabe negociar, podría conseguir una mayoría relativa en la segunda votación, de modo que Rajoy no recibiese más votos en contra que a favor.
Dice Rajoy, y dice bien: “No sé qué vamos a arreglar en agosto que no podamos arreglar este mes de julio”. Obviamente, lo enfatiza para ser investido ya a finales de mes con la abstención del PSOE. Si aplica esa lógica a todas las cosas caerá en la cuenta de que también podría afirmar lo siguiente: “No sé qué vamos a arreglar en el futuro que no podamos arreglar este mes de julio con los nacionalistas catalanes y vascos”. En algún momento, el partido de Gobierno tendrá que darle cauce a un pacto territorial. El PP y Ciudadanos no son fuerzas, salvo en la cuestión territorial, muy distintas de Convergencia o el PNV. En un país normal se entenderían para hablar de economía, educación, sanidad, etcétera.  
Negar que el problema territorial existe y que el antídoto es mirar para otro lado, equivale a meter la cabeza debajo de la almohada con la esperanza de que por la mañana desaparezcan los problemas. El PP tiene al alcance un pacto de Gobierno coherente. Si lo consigue no sólo se hará un favor a sí mismo, sino también a toda España. Sin exclusiones y sin terceras elecciones. El PSOE es la oposición porque así lo decidieron los votantes. Sólo en una circunstancia extraordinaria podría tener sentido que no lo fuese, y no parece que a día de hoy se dé esa circunstancia.

El PSOE es la oposición

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