Bill Gates y Adolfo Suárez

Esta modesta columna llega hasta ustedes gracias al sistema operativo que mueve mi ordenador y al paquete ofimático Microsoft Office creados por Bill Gates, que ya está en el Olimpo de los dioses innovadores, porque sus productos informáticos son utilizados por millones de personas e hicieron avanzar a la humanidad.
Bill Gates se prodiga poco en los medios de comunicación, pero la semana pasada fue noticia en todos ellos por los elogios que escribió en su blog sobre Adolfo Suárez. “Tuvo cualidades de un liderazgo transformador, dice Gates. Tras la muerte de Franco el país intentaba salir de cuatro décadas de autoritarismo con muchos futuros posibles por definir, algunos sangrientos. La prioridad de Suárez fue traer al tablero político a los líderes de los partidos comunista y socialista”.
Para Gates, las dos grandes virtudes de Suárez fueron la negociación y la persuasión. “Fue capaz de crear una coalición, de convencer a los que le rodeaban de la importancia de la democracia y el pluralismo… y convenció al Parlamento nombrado por Franco, la vieja élite, de que se aboliese a sí misma para ceder paso a los partidos políticos”.
Hay algo en común entre Bill Gates y Adolfo Suárez. Ambos contribuyeron a transformar la sociedad y cambiaron el rumbo de la historia, cada uno en su nivel. Gates generó bienestar y progreso con sus productos para toda la humanidad y Suárez cambió la historia de España con el nuevo lenguaje político del diálogo para lograr acuerdos que alumbraron democracia, libertad y prosperidad e hicieran posible la concordia entre los españoles superando el guerracivilismo cainita.
A los que vivimos aquella etapa nos llena de orgullo que un personaje como Bill Gates exprese su admiración por la Transición y por Suárez, su principal artífice, que recuperó derechos y libertades, abrió el país al exterior y puso los cimientos de un estado social con unas políticas progresistas de las más avanzadas del mundo. Visto con la perspectiva de 40 años, los logros son admirables, los españoles hemos hecho cosas que pocos países serían capaces de hacer.
Adolfo Suárez y aquella Transición que nos dio los 40 años de más estabilidad y progreso no cuentan con el mismo reconocimiento dentro del país. Algunos no solo los cuestionan, sino que quieren demoler “el régimen del 78” para instalar en su lugar algo parecido al caos. Son las ocurrencias de los recién llegados a la política, poco o nada documentados.

Bill Gates y Adolfo Suárez

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