En tiovivo viajando a ninguna parte

Uno ya no sabe que pensar. Da la impresión de que si se quiere hacer adrede no salen tantos despropósitos seguidos, emanados de las mentes tan poco claras de nuestros políticos, que mantienen una cerrazón y una paralización de nuestro sistema de funcionamiento como miembro de la Unión Europea, que mira estoicamente lo que está pasando en nuestro país y se frota los ojos para darse cuenta de que es una realidad negativa mantenida durante cerca de nueve meses.   
Creo que se han barajado todas las posibilidades para conseguir que los políticos, bastante irresponsables y muy inconscientes de la auténtica realidad y problemática por la que pasa España, tomen una decisión que nos afecta a todos de forma muy directa, como es no disponer de un Gobierno que marque la línea a seguir en estos momentos de tanta dificultad por los que atraviesa el viejo Continente y la unidad europea.
En ocasiones, las decisiones que adoptan los políticos ya no me sorprenden aunque me parezcan surrealistas. La última guinda de este pastel poco dulce la puso el líder de los socialistas, que, como un prestidigitador, se sacó de la manga un conejo con forma de consultas partidarias para recorrer un camino que no lleva a parte alguna, tan solo para cubrir su grandísimo ego y sus deseos irrefrenables de sentarse en el despacho de la Moncloa, aunque por el camino deje a un país en estado comatoso y a su partido político en la más pura de las ruinas, algo que los viejos socialistas no se creen. 
Lo de Pedro Sánchez es como el deseado viaje de los niños cuando montan en una de las atracciones de feria, un tiovivo, que lo máximo que hacen es subir y bajar unas pequeñas montañas de hierro pero pasando siempre por el mismo lugar y sin que el recorrido les lleve a lugar alguno. Es el eterno viaje a ninguna parte que está resultando muy caro a las arcas del país que se llenan con nuestros impuestos y tasas Los políticos, que sí cobran sus suculentos salarios, ni se preocupan de lo que puedan generar arrastrándonos por una pendiente que de seguir así va a tener unas nefastas consecuencias para todos.
Por mi parte ya estoy cansado de mentiras, falsas promesas, genialidades, pseudopactos, postureos y acciones que superan en mucho el surrealismo y que nos van a llevar a unas terceras elecciones. Esta canción ya la conocemos. Son muchos meses oyendo a los primeros “tenores” repetir su letra y echarse las culpas. Este año los de cCorreos en lugar de traernos felicitaciones de Navidad nos van a entregar sobres con candidaturas. Más gastos y más tiempo perdido. ¿Hasta cuándo señores Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera?

En tiovivo viajando a ninguna parte

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