Segunda oportunidad

Soy de los que creen que toda persona es merecedora de una segunda oportunidad. Soy consciente de que a la persona a que la que se le ofrece debe responder para que no se produzca lo que se puede considerar como un vacío de relación, o si lo prefieren que una de las partes apuesta de forma limpia y la otra mantiene la actitud que le llevo a ese callejón sin salida. 
El otro día viajando hacia Ourense sintonizando una emisora de radio, como hago mientras conduzco, oí como un matrimonio andaluz había conseguido después de dos años de sufrimiento y lucha jurídica que se les aplicase la Ley de Segunda Oportunidad. Elevé el volumen de la radio puesto que era un auténtico neófito, que no conocía en qué consistía su articulado y qué personas se pueden acoger a ella. La primera conclusión es que con esta ley se pretende ayudar a muchas personas a recuperar su vida, que vuelvan a tener confianza, y empiecen de cero.
Me he enterado de que la Ley de Segunda Oportunidad está diseñada para ciudadanos particulares y para profesionales por cuenta propia, los autónomos, a los que se les reconozca que hayan fracasado en su aventura empresarial y que hasta ahora debían afrontar sus deudas con su patrimonio presente y futuro. Son personas enganchadas de por vida a esas deudas que les ahogaban, que lo perdieron todo  en el plano económico y que rozaban la desesperación.
Se trata de un proceso que tiene que estar tutelado por un juez después de que el deudor haya intentado alcanzar un acuerdo extrajudicial para abonar las deudas que pueda pagar o pactar un calendario de pagos para hacer frente a ellas. En base al calendario el proceso no podrá superar los diez años.
En la explicación que me llegaba a través de las ondas hertzianas se señalaba que el juez debe considerar que el deudor ya no tiene dinero ni activos para afrontar sus deudas y que su forma de actuar haya sido la adecuada.
Se trata de un proceso judicial difícil que tiene un apartado largo de considerandos para determinar que la persona que demanda la aplicación de esta ley pueda ser considerada que su actuación la hizo de buena fe. 
Creo que debería estar más explicado para que a sus asideras judiciales se pudieran agarrar muchas personas que en estos momentos lo están pasando muy mal por haber perdido todo lo que tenían en el plano económico.

Segunda oportunidad

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