NUEVO MODELO SOCIAL

Durante tres días, más de dos centenares de profesionales nos reunimos en Madrid con la finalidad de debatir la necesaria construcción de un nuevo modelo social. Fueron días de profunda reflexión, salpicados por las noticias relacionadas con la corrupción, en los que quedó muy claro que los poderes públicos, del nivel que sean, cada vez invierten menos en favor del bienestar social.
Nuestro punto de partida fue el informe Foessa, promovido por la entidad que se encarga del Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada. Es un trabajo elaborado por cerca de un centenar de profesionales movidos por conseguir los mejores logros para la sociedad que nos ha tocado vivir. Se trata de un documento que levanta un claro sarpullido en las alturas gubernamentales que, según tengo entendido, no están de acuerdo con las realidades, muy medidas y pensadas, que se plantean en las 700 páginas en las que se recogen el trabajo de tantas personas, de universidades y centros educativos distintos y de distinta concepción, movidas por un fin común: la exclusión social y el desarrollo social en España. Son necesidades que demandan respuestas claras por parte de las administraciones y, por lo tanto, de los responsables políticos que las gobiernan.
Se trata de un amplio campo de trabajo en el que ha participado de forma muy intensa Cáritas. No olvidemos que la institución, a la que pertenezco como voluntario y profesional de la comunicación, palpa la realidad cotidiana, cercana y diaria de las personas más desfavorecidas de la sociedad. Ofrece una información veraz e independiente de la situación de exclusión social en nuestro país. Su acción y su compromiso son señas de identidad que ponen de relevancia el trabajo realizado para conocer y transformar esta realidad hacia una sociedad más justa y accesible para todas las personas.
Me reafirmo en que la pobreza y la exclusión social son fenómenos estructurales que no se deben exclusivamente a la crisis. Para intentar erradicar sus efectos negativos son necesarias políticas de redistribución con la finalidad de conseguir que la protección social alcance estándares básicos en todo el territorio, y que se haga operativo a través de un sistema de garantías de mínimos. Más de cinco millones de personas se encuentran en exclusión severa. La cronificación de la pobreza es cada vez más grande y sigue surgiendo con mayor fuerza. No podemos olvidar que detrás de cada porcentaje, cifra o dato que damos hay rostros humanos, familias, personas…
La inversión social es la mejor arma con la que combatir este grave problema que atenaza a personas y que se ha enquistado en la sociedad. Me siento fortalecido, mental y físicamente, a mi regreso de la capital del Reino para seguir trabajando y así, entre todos, construir una sociedad basada en derechos universales y no en privilegios individuales, y priorizar a aquellos que están en una situación de mayor vulnerabilidad.

NUEVO MODELO SOCIAL

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