VERANO CIRCUNFLEJO

Lo malo del verano atípico que padecemos radica en asumirlo como tópico dándole carta de naturaleza.Tras un año particularmente duro e inestable, se mantiene la lluvia con tozudez digna de mejor causa para cuantos aguardamos el estío y poner huesos al sol. Desgraciadamente es cuanto hay. Los mismos hombres del tiempo lo predicen con cierta sorna en las televisiones nacionales. “Frente lluvioso por el noroeste, aunque los gallegos ya están acostumbrados y no les importa”. Y, pese a ello, los coruñeses encarnamos al bueno de Diógenes y su famoso tonel, cuando al mismo Alejandro Magno contestara sobre que deseaba: “Quítate de delante porque me privas el sol”.
Siempre creemos que vendrán jornadas mejores y el perezoso transcurrir del tiempo confirma fracasos y más fracasos. Por eso insistimos en el adjetivo “atípico”-apartarse del modelo conocido-por “tópico”, lugar común al que se remiten muchos en sus conversaciones.
Así hacemos del clima tema referente para hablar con colegas y conocidos. Son fronteras que los fenómenos atmosféricos establecen a rajatabla. Porque a fin de cuentas semejantes circunstancias meteorológicas se empadronan y quedan por sécula seculórum. Europa, esta gran nación donde aparecemos integrados, alimenta rarezas, prejuicios y provincianismo poco menos que racista a la hora de definirnos unos a otros como comunidad.
Montesquieu, el del espíritu de las leyes que Alfonso Guerra condenó a muerte, informa que los climas del norte tienes pocos vicios, bastantes virtudes y mucha sinceridad y franqueza. Por contra, los climas cálidos-¿vale nuestra temperatura tibia?-buscan el amor por sí mismos; es la única causa de felicidad: es la vida...
Pese a todos los pesares España alcanza cifras de record turístico y nuestra ciudad de mares de esquina marcha en cabeza de nuestra comunidad gallega. ¿Será que la lluvia es hermosa y enamora sin remisión al personal?

VERANO CIRCUNFLEJO

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