De silbidos y afrentas...

Mi amigo es presidente de una asociación de vecinos y se encuentra más perdido que una aguja en un pajar. Desde hace años han dado en celebrar durante la primavera un campeonato de fútbol entre los equipos de aficionados existentes en su demarcación territorial. Antes todo era alegría, jolgorio y diversión. De un tiempo a esta parte, sin embargo, las cosas se han complicado y hay crispación, mala uva e insultos.
Así los equipos finalistas practicaban buen rollito, observaban la normativa y cantaban-al entregar la copa al vencedor-el Himno “Vivir en La Coruña, que bonito es./ Andar de juerga y dormir de pie...” A la sazón, la conducta es incivil cuando la disputan el Racing diferencial y el Catedralicio matón.
Algo incomprensible, puntualiza mi amigo. A nadie se le obliga a participar. Con abstenerse... Pero no quieren. El caso es fastidiar como abusones irredentos y ombligos del mundo. Y para mayor gafe estos impresentables repiten y cumplen el proverbio árabe: “Todo lo que sucede una vez puede que no suceda nunca más. Pero todo lo que sucede dos veces, sucederá, ciertamente, una tercera”. Vamos, al cambio, esos leones sin garras del Atlético de Bilbao, disfrutando privilegios económicos, y los financieros mercantiles del Barcelona, llorando porque les roban los españoles. Descorteses, además, cuando huelen eliminatoria perdida-versus Atlético de Madrid-personándose en el campo sin jugar el partido... Y después sus partidarios pitan al Himno Nacional e insultan al Jefe del Estado... Pues aquí, referidos a nuestro problema, aclara mi interlocutor, ya lo tenemos solucionado. El acontecimiento es deportivo. Si quieren política, vayan a un mitin. Nuestro fallo es salomónico. Tan pronto salgan al campo y se interprete el “Vivir en La Coruña...” si los energúmenos silban e insultan nos retiraremos los directivos, no se celebrará el encuentro y guardaremos el trofeo para la próxima temporada.

De silbidos y afrentas...

Te puede interesar