RESPUESTA CASTRENSE A PILATO

Ala pregunta de Poncio Pilato –¿qué es la verdad?– replican con indubitable aseveración los soldados José Navas Ramírez Cruzado y José Domingo Vales Vía al describir los acontecimientos militares desarrollados en Galicia durante la guerra de la Independencia de 1808. (Acá donde la tierra acaba y el mar comienza… –definiría Camoens– es la dichosa Patria mía). ¿Verdades de Perogrullo o verdades del barquero? La historia sectaria, parcial, transmitida desde fuentes británicas o mediante arcos triunfales napoleónicos, va siendo despojada de oropeles ditirámbicos y delirios de grandeza por el bisturí crítico de estos historiadores mostrando la piel monda y lironda de lo cierto. La investigación comparte una objetividad real enfrentándose a la memez histérica de cuantos disfrutan revolviendo el lecho del río o enlodando las diáfanas aguas del mar.
Estos autores consagraron sus vidas, estudios y vocaciones a la milicia. Ahí aparecen sus aportaciones –“Victorias de Galicia” y “El manuscrito apócrifo de Elviña”, respectivamente– para mostrar la verdad. Como sucedió. Donde los gallegos nos vimos obligados a ser campo de batalla. Únicamente por la desdicha de sufrir a Fernando VII un gobernante tan nefasto como el Zapatero de la conjunción astral. Así se juzgó con naipes marcados: la traición inglesa, –siempre pendiente que otros países cumplan con su deber; la impericia de sir John Moore–, cubierta con el crespón romántico del amor que le había profesado Lady Esther Stantrope. Las vejaciones, asesinatos y robos sufridos por nuestros campesinos merced a la rapiña de la soldadesca de ambos contendientes. Nuestros guerrilleros conquistan Vigo –plaza fuerte gala– y derrotan a los franceses en Santiago y Puente Sampaio…
¿Seremos capaces de unirnos durante la paz?

RESPUESTA CASTRENSE A PILATO

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