QUINIENTOS MILLONES

Antonio Miguel Carmona, catedrático polifacético de universidades públicas y privadas, tertuliano de pro, hombre sincero, candidato por el PSOE a la alcaldía de Madrid, certifica una verdad abrumadora. “Quiero ser regidor municipal de quinientos millones de vecinos”.
Sus palabras le honran y  concuerdan con las de Ramiro de Maeztu-asesinado en Paracuellos de Jarama,  julio de 1936-que buscaba la Hispanidad como tarea de la ruta ideal que debería hacer nuestra nación. ¡Ay del idioma como herramienta de entendimiento e interlocución!
Piénsese en los EEUU de Obama y el crecimiento paulatino del  habla española en sus potentísimos mass media ante el auge poblacional.
 Se atribuye al emperador teutón Carlos V y I de España una frase reveladora: “Se debe hablar a Dios en castellano; a los hombres en francés; a las mujeres en italiano, y a los caballos en alemán”.
 Toda una declaración de principios-prefiero perder todos mis reinos que ser señor de herejes-. Recogimiento introvertido en Yuste del místico que asistió a sus propios funerales en vida. Diplomacia gala para mantener el diálogo y encuentro con otros países. Febril seducción de aquel arrogante flamenco de ojos azules que atraía irresistible sojuzgando la caballería con el castigo de las espuelas y dominio de riendas.
Nos gustan las diferentes lenguas habladas. Enriquecen la conducta. También sirven para profundizar en el ego cuando los estímulos ajenos han fallado. Una de las preguntas formuladas por Renán en La Sorbona para definir el concepto nación y que la realidad echó por tierra.
“Entre el lenguaje hablado y el escrito sólo hay una diferencia- Noel Clarasó, humorista-; que el lenguaje hablado no se escribe y el escrito no se habla”. Pero, en fin, el mensaje vehicular habla de políticos catalanes, de arcaicos vascos y galleguistas llorando por Rosalía a las orillas del Sar.