“NO PASA NADA”

Las compañías Barco Pirata y Teatro Español ofrecieron dos representaciones en el Rosalía, ciclo principal con llenos absolutos, de “La continuidad de los parques”, de Jaime Pujol. Escenografía sencilla, descriptiva y amorosa que muestra –telón alzado– un poste con varias direcciones, dos frondosos y grandes árboles y un banco entrañable donde verterán sus cuitas el elenco.
Las proyecciones, que hoy siempre sustituyen a viejos decorados, dan profundidad al parque urbano donde se desarrolla la acción. Una isla donde refugiarse de la soledad compartida con miles de vecinos. Un escenario para encontrarse. Una dialéctica de urgencia que combata nuestra bipolaridad. Bancos donde sentarnos y charlar con antagonistas. O cuando jugamos a ser viajeros de un taxi conducido por otro.
Equilibrada puesta en escena apoyada por la dirección, adaptación y feliz inspiración de Sergio Peris-Mencheta, aprovechando una hábil, inquieta y sobria narradora, Marta Solaz, situada en la izquierda lateral, que va descifrando el engranaje de un reloj manejado por cuatro protagonistas a través de ocho cuadros. Buena iluminación, espacio sonoro y música ambiental.
Una reflexión para buscar al otro o que nos encuentre él. Un paraje donde se apagan los sonidos de la ciudad y adquirimos conciencia de nosotros mismos. Acaso, tras la búsqueda de la identidad perdida, queremos asir el tiempo y ambos se nos van por el desagüe... No cabe duda de que hay tantas verdades como individuos.
Cuatro brillantes actores, entre ellos el gallego Luis Zahera, dan cuerpo a estas historias que confluyen en el parque público. Roberto Álvarez, Fele Martínez y Gorka Otxoa componen el mosaico de ese lugar y tiempo en donde no pasa nada, porque pasa algo, nada menos que la vida, al más puro espíritu de Chejov.