“ÑAQUE DE PIOJOS Y ACTORES”

En el Fórum, ciclo sin numerar, debutó con enorme éxito la compañía Replá, “Ñaque de piojos y actores”, de José Sanchís Sinisterra. Obra transparente y evasiva. Dirigida por el polifacético inquisidor fricativo Juan Sors, que define el vocablo como elenco trasnochado de dos cómicos que recorren con su carro de la farándula mil pueblos.
Colaboran al empeño dos magníficos y brillantísimos actores, Marc Fontanals y Jaume Llonch. Atrezzo esquemático. Reducido a nada. Sendos calzones y camisas. Y un arcón y sendos palos para utilizar de escenario y camerino del insólito espectáculo.
Pese al reconocido espectáculo, yo tuve a la suerte de asistir a la función programada para los alumnos de segundo curso de bachillerato de los centros Monte das Moas (La Coruña), David Buján (Cambre) y Mosteirón (Sada). Lleno a tope. Público muy joven interesado en el evento. Una lúcida lección cultural participativa entre profesores y educandos.
Teatro dentro del teatro. Una espiral dramática que, como en el ejercicio de prestidigitación de la cuerda india, en el que muchacho crece por la ella y desaparece cuando termina la soga. Acá, sendos piojosos de la legua caminando intemporales se sienten arrebatados de su siglo “aquí” y “ahora”, enfrentados al veredicto oscuro de espectadores milenio XXI.
Dos personajes sin educación. Toscos. Rudos. Vacilantes al pisar la cuerda floja del relato: su cansancio, aburrimiento, dudas o alteración sanguínea de vocación teatral. Donde hay un arranque, se intenta construir un edificio –frases de auto sacramental, églogas, romances, entremeses etc.– que no se remata, pues no existe el desenlace tradicional.
Pese a ello resulta una pieza vertiginosa. Un diamante bien tallado. Un diálogo filosófico para señalar los límites, las virtudes y los pecados, las claridades y las sombras, los aciertos y los fracasos, entre el autor y los inteligentes y doctos escolares sobre arte escénica.

“ÑAQUE DE PIOJOS Y ACTORES”

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