UN MURAL CRÍTICO

Si les gusta el buen cine no dejen de ver “El capital humano”, film de Paolo Virzi que exhibe estos días nuestra cartelera. Magnífica y brillante peli. Una historia de cómo de quien contada con agilidad, hondura y dramatismo hermético que se cuela hasta las últimas neuronas cerebrales. Varias narraciones entrelazadas enhebran un cesto de mil salidas como la ciudad de Thornton Wilder, el humor ácido y corrosivo de nuestro genial Quevedo o los pinceles de Molière para retratar el hipócrita de Tartufo. También Pirandelo buscando sus seis personajes y darles vida en las veinticuatro horas que necesitaba Lope de Vega para situarlos en el escenario y combatir el lenguaje onírico de Calderón.
El óbito accidental de un ciclista-ladrón de bicicletas, muerte de un ciclista, las bicis no son para el verano, ¿recuerdan? –establece el preludio de una pintura mural sin desperdicio. Amores juveniles, intentos de suicidio, drogas, tiburones de fianzas, tipos que quieren medrar el precio que sea, niños pijos, aprovechados sin escrúpulos, damas vacías que quieren encontrarse, policía sentimental. Dino, Carla, Serena, el capital humano de una compañía de seguros son estaciones de una traca final con estrambote relativista y económico.
Sobrevolando esta obra de arte grandes aciertos parciales –estilo conciso y revelador– como la reunión de sabihondos oficiales, críticos que mean en la reja del monumento o directores de quita y pon que debaten sobre un local teatral amenazado de derribo donde se construirán apartamentos… Aquí también actúa Antígona y cumple con Sófocles el ius naturalis de enterrar a su hermano, los intereses creados de Benavente con el avispado Crispín, Arthur Miller y su viajante, Blanche de la Force superando su miedo a la muerte al caminar con sus hermanas carmelitas hacia la guillotina, Buero Vallejo refugiado en la escalera para reflexionar sobre ese soñador que tanto necesita nuestro pueblo…

UN MURAL CRÍTICO

Te puede interesar