Un mito para xulio

Tiene mucho de mágica La Marea, nasía pa´ ganá. Rememora el famoso mito de la caverna, colocado en medio de la República de Platón. Descubre en profundidad su idealismo metafísico pero posible. También teoriza sobre una gestión pública de un conjunto de hombres tal como deberían ser… ¡Allá vamos! Pensemos en hombres que habitan un subterráneo cuya entrada está abierta a la luz. Pero semejantes criaturas están atadas de cuello y piernas que les impide mirar hacia atrás. A corta distancia del acceso a la caverna hay una pared sobre la que se proyectan las sombras de otros hombres que pasan y llevan en las manos toda clase de objetos. Asimismo el eco devuelve voces exteriores. 
Al no haber visto jamás estas cosas, los prisioneros identifican las sombras y las palabras con el mundo real…Supongamos que un prisionero logra escapar- alcalde Xulio Ferreiro- y ve la certeza del mundo real y auténtico. Y como antisistema y luchador contra la casta regresa a la cárcel para rescatar a sus compañeros de cautiverio.Tal ocurre con nuestro primer regidor municipal. Desbordado de problemas y limitaciones. La tarea supera su deseo, cuando el verdadero político, según Platón, no ama el mando y el poder, sino que usa el mando y el poder como servicio para instaurar bienestar ciudadano. Lo malo es que Xulio Ferreiro es materialista y duda de la democracia como forma de gobierno. Camina enganchado del brazo de Marx y ante la difícil tarea que soporta se hace inmovilista. Tancredo de fina estampa antitaurina aunque combata encarnizado gatos, perros y otras aves de guardar.
Cuestión de carácter. Filibustero de corto alcance que retrasa todo como si la actividad coruñesa pudiera parar. Promesas y retrasos. Subidas de impuestos. Indignación cuando algún antagonista muestra disconformidad. Estudien el saldo- pros y contras- que les merece este redentor que iba a conducirnos al paraíso comunista…

Un mito para xulio

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