LA MISERIA Y EL PODER

Acá, camino del poder hegemónico, todos se cuelan, empujan y apartan a sus correligionarios. Ayer fue el “premier” socialista ganando unas primarias imposibles para cualquier otro. Hoy son las diseñadas por los corifeos de la casta para aupar a un Pablo Iglesias contra los asambleístas de facultades universitarias o participantes antisistemas urbanos que tantos apoyos le han proporcionado.
El fenómeno no es nuevo por paradójico. ¿Cuántos obreros figuran en las filas de Podemos? Es el culto a la personalidad repetido mil veces por los sistemas totalitarios. Una transposición leninista al nazismo más vilipendiado.
Los dioses siempre ciegan al que quieren perder. El jefe nunca se acatarra. Sólo responde ante Dios y la Historia. Si apuramos un poco recordamos la ordinariez escatológica proclamada por miembros de partidos antagónicos durante la II República: “No tirar de la cadena, ¡todo para el jefe!”.
Porque lo malo es que quien olvida de donde viene está obligado a repetirlo. Y los naipes trágicos están sobre la mesa. República burguesa, victoria sin alas, revolución de Asturias, episodio de Casas Viejas, quema de conventos e iglesias, Frente Popular, Guerra incivil, dictadura. Fascismo,  nazismo, comunismo.
La hidra marxista (no la de Groucho) prolongándose en Podemos y movimientos afines que pretenden con sus mareas llevarse nuestra democracia. Encima surge Puttin con sus macros desfiles militares intimidatorios, invadiendo Crimea o cooperando al esperpento populista griego.
Por suerte o desgracia la fortuna impera en el mundo. Su lotería nos somete a encrucijadas dramáticas. Carl Orff lo describe hermoso y anonador en su oratorio a la diosa fortuna “Carmina Burana”. La miseria y el poder. El destino vacío. La nueva casta política que viste coleta y camisa informal para hacerse con el Estado. Fortuna imperatrix mundo. ¿Volveremos con estos iluminados a darnos de garrotazos?

LA MISERIA Y EL PODER

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