FARISEOS

¡Por fingir buenismo, ecuanimidad y virtud al resolver los problemas domésticos de los ciudadanos! ¡Que es su pan de cada día: mercado de trabajo, honorabilidad y espíritu de servicio demandado por los electores! ¡Con hipocresía de palabras, gestos, promesas y afirmaciones electorales que jamás se cumplirán en hogares desfavorecidos!
Por su agnosticismo verbenero al poner en tela de juicio creencias mayoritarias españolas, permitiendo incluso ataques furibundos contra sus instituciones sin que, por el contrario, se infieran-seguramente por cobardía-insultos contra templos de otras religiones.
Fariseos mentirosos recalcitrantes sobre el hambre infantil en nuestras comunidades autonómicas, la tesorería pública, las negativas de pactos contra natura-anunciados a bombo y platillo-y su falsedad operativa sin recato de pudor para acceder a parcelas de poder.
Tartufos municipales de vía estrecha que se contradicen y piden perdón sistemáticamente. Todos propugnaron democracia directa-asamblea de facultad en la calle-y después hacen primarias rogelias donde consolidan el culto a la personalidad. 
También casposos astutos que implantarían libertad, justicia y pan y, hasta la fecha, únicamente han cambiado el callejero, retiraron retratos de Felipe VI o cambiaron el nombre de centros deportivos ya consolidados.
Fariseos afectados con estilos variopintos “por el que dirán” –coletas, barbas, chanclas, boinas, vestidos-como muestra de inseguridad, engaño, artificio, impostura, bambolla, estratagema, pataleta, fábula, mojigatería y simulación. 
Sin duda un retablo de maese Pérez que prolifera por nuestra piel de toro ibérico, ahora que las antitouradas dictan axiomas salvadores de reses bravas ignorando que con su política demencial desaparecerán como los extinguidos uros.
Santurrones de paripé-bicicleta, bus, metro- ¡qué asco!

FARISEOS

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