AQUELARRE DE CAMBIO

Un aquelarre de espectros recorre insistente toda España. Caballo desbocado sin freno que lo detenga ni riendas que lo dirijan. Un pura sangre que lucha por echar cierre al fantasma del mercado o descargarse de tanto sinvergüenza que nos asfixia: corrupción, recortes, mercado de trabajo, paro, huelgas suicidas e indiscriminadas, sindicatos antiobreros y alguaciles y gentes de la curia comparecientes a la juerga satánica del esperpéntico botellón.
Como preboste general Mariano Rajoy, avalado por tropecientos mil votos que le han dado mayoría absoluta no ejercida por temor “al que dirán” si cambia el sistema electoral para elegir la lista más votada, aprobar la prometida ley del aborto, meter en cintura por sedición a Arturo Mas y sus “senys” catalanes... Detrás a Pedro Sánchez, un guaperas sin brújula ni norte, dando palos de ciego ignorando qué quiere y cómo conseguirlo... En la estela del cometa y otras chispitas, el trepador delincuente pequeño Nicolás, hábil prestidigitador, con varias querellas encima... Después, cerrando el cortejo nupcial también integrado por empresarios, banqueros, políticos, tipos liberados, alguaciles alguacilados y gentes de ronco vivir, ese ambicioso de Podemos con su novia promotora inmobiliaria antifascista, círculo de amiguetes que insisten por solucionar los problemas españoles empezando por beneficiarse ellos mismos con prebendas, rentas y empleos sin desplazamiento al lugar donde está ubicado el buen chollo.
Reunión de brujos para quemar la democracia, someter la burguesía liberal e implantar torticera dictadura mientras el pueblo sano sería feliz recordando al sufí Bayazid y sus peticiones a Dios en varias fases de su vida: De joven revolucionario, dame fuerza para cambiar el mundo; en la madurez, siquiera a mi familia y amigos; en la vejez, dame la gracia de cambiarme a mí mismo.

AQUELARRE DE CAMBIO

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