NUEVAS GASOLINERAS

La Xunta tiene previsto promover la instalación de nuevas gasolineras, para tratar de abaratar el monopolio de la venta de los carburantes en los puntos de repostar. Es un buen principio, pero que vaya a dar resultado, es otro muy distinto. Todo el entramado energético de luz, gas y combustibles, se ha convertido en un gigantesco oligopolio a, nivel global y es muy difícil hacer bajar los precios políticamente, si no hay una intervención directa del estado sobre estos gigantes energéticos, que es, en lo que, han llegado a convertirse y saben manejar los tiempos con un producto que mueve la economía del mundo.
De modo que abusan de su predominio en el funcionamiento económico y encima son agencias de colocación para los políticos de turno. Recompensando al desempleado del gobierno con un puesto de trabajo en algún consejo de administración, el lector podrá comprobarlo. Seguro que mientras lee este artículo, alguno conocido le viene a la mente.
Todos sabemos que el precio de los carburantes está sobrevalorado, con un costo del barril de crudo que cotiza entre los 55-60 dólares y el euro próximo a la paridad del dólar, por lo que el litro de gasolina debería estar por debajo del euro y no es así ¿Porqué? No es un caso aislado que suceda en España, acontece de forma global por los intereses creados sobre esta materia y la gran influencia de los mercados de materias primas donde cotiza el Brent, usado en Europa y el West-Texas americano. Un bidón de crudo, representa de coste de explotación entre los 5 y 8 dólares, pero la influencia de los mercados es perversa y se mueve por cuestiones políticas y también económicas y los futuros, adelantan los acontecimientos previsibles, tanto al alza como a la baja. 
España es un paradigma excepcional en el contexto económico mundial, con 17 autonomías con competencias económicas a la hora de aumentar, añadir o crear impuestos, además está el propio Estado español. Es decir 18, que por ejemplo en Galicia el precio del carburante, se ve gravado con 4,8 céntimos-litro, en un depósito de 40 litros, supone un gravamen de casi dos euros, la menor imposición, se registra en la comunidad de Madrid con 1,7 céntimos-litro, hay otras como la Rioja, Cantabria, Vascongadas, Aragón, Navarra, Ceuta y Melilla, que no tienen gravamen autonómico sobre hidrocarburos. Quizás no pase de ser una buena intención, pero la Xunta debería retirar los 4,8 céntimos-litro y sería algo más barata. 

NUEVAS GASOLINERAS

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