LA HERENCIA DEL CONDE DE FENOSA

Los responsables municipales y, en especia,l de la Alcaldía saliente han actuado con el edificio del Conde de Fenosa bajo la misma pauta que siguieron sus antecesores, tanto socialistas en solitario como en el bipartito con el BNG, para intentar reponer la legalidad urbanística. Han transcurrido 15 años desde la primera sentencia y ninguno de los gobiernos municipales ha tomado medidas para solucionar el problema.
El alcalde entrante de la Marea Atlántica tendrá que hilar muy fino para tratar en el poco tiempo que le da la judicatura de arreglar un grave contratiempo que dejan en sus manos tres gabinetes que no han querido o no han sabido buscar una solución y, por tanto, le tocará a Xulio Ferreiro intentar su arreglo, debido al poco margen de tiempo que tiene.
El departamento de Urbanismo tendrá que poner toda la inteligencia de su parte para desenmarañar este complicado tejido, eligiendo las opciones que considere más apropiadas, ya que, según el informe de los responsables que examinaron el edificio en sus 87 pisos y apartamentos, así como los nueve locales comerciales, la construcción no se ajusta al proyecto inicial de Fadesa.
Esta nueva corporación local tiene un gran reto con la herencia recibida del edificio del Conde de Fenosa y los tribunales, y le toca resolver lo que otras anteriores han dejado de forma irresoluta, lo que constituye y una experiencia que el nuevo alcalde no olvidará en el resto de su mandato, por las formas y el calado que supone un fracaso por las cuantiosas indemnizaciones que supondría para las arcas municipales si no se encontrara una solución factible a dichos intereses, lo que viene a constituir una envenenada herencia que sus responsables no hubiesen querido recibir.
Pero tendrán que darle salida por el bien de todos, aunque ésta no es la única, en el camino le espera a la corporación solucionar el Parque Ofimático, la cantera de Adormideras, las concesiones fantasmas o las inacabadas obras de La Marina y del Parrote, una enorme superficie desangelada y carente de arbolado y jardines así como de otros servicios necesarios en aquel enorme solarium veraniego y en invierno imposible franquearel por falta de resguardo. Así como todo el entorno de la Ciudad Alta para una mejor movilidad de los usuarios y residentes en la zona. Sin olvidar cada uno de los barrios, que fueron dejados en abandono por las anteriores corporaciones.

LA HERENCIA DEL CONDE DE FENOSA

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