SIN PERDÓN PARA DOLORES VÁZQUEZ

Dolores Vázquez fue condenada en septiembre de 2001 a 15 años de cárcel y posteriormente absuelta del asesinato de Rocío Wanninkhof, por el que sería condenado el británico Alexander King. Pasó 519 días en prisión preventiva y fue objeto de un feroz juicio paralelo, escudriñando en los aspectos más íntimos de su vida privada, que la declaró culpable con argumentos de diferente tenor, como que Rocío nunca la había aceptado y que ese rechazo provocó el deseo de matarla. El móvil del odio. La suerte estaba echada, pues la locura mediática no solo afectó a los miembros del jurado sino también a los profesionales del derecho, con un fallo judicial huérfano de argumentación. 
Como en las novelas del género negro, el caso se resolvería por una casualidad. La compañera de Alexander denunció a la policía sus sospechas por unas manchas de sangre en la ropa de su novio días después de haberse encontrado el cadáver de otra joven, Sonia Carabantes. Las muestras de ADN confirmaron que King la mató y que sus huellas estaban también en una colilla al lado del cadáver de Rocío.
Nadie discutía el error judicial y consiguiente indemnización. Así, el Ministerio de Justicia propuso el pago de 120.000€ pero informes contrarios del Consejo General del Poder Judicial y del Ministerio del Interior determinaron su negativa. Comenzando en el 2006 un lento peregrinar judicial en reconocimiento de un derecho al que nuestra Justicia viene siendo muy reacia dados los errores judiciales que, con más frecuencia de la deseada, llevan temporalmente a la cárcel a personas inocentes, minorando, además, las arcas públicas. Primero la Audiencia Nacional y, ahora el Tribunal Supremo, sin unanimidad de sus magistrados, se lo han denegado con el mismo argumento: que el procedimiento elegido fue equivocado. 
Y todo, porque en el año 2010 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (caso “Tendam Vs España”) condenó al Estado español a indemnizar por la prisión preventiva de quien luego fue absuelto por falta de pruebas, y, ante la brecha que esta sentencia abría para futuros reclamantes, el TS cambia su interpretación de la ley por una aún más restrictiva y sin vuelta atrás, de tal manera que aunque la vía utilizada por Dolores era la correcta en 2006 ya no lo es a partir de 2010, habiéndole prescrito el plazo para utilizar cualquier otra. En suma, cambiando las reglas del juego en medio de la partida. Y ni siquiera le perdona las costas: 4.000€. 
Dolores rechazó mucho dinero por acudir a programas del corazón y contar su vida con Alicia Hornos, la madre de Rocío. Ante la injusticia de esta justicia quizás deba replanteárselo. Al fin y al cabo ¿dónde está la seriedad?

SIN PERDÓN PARA DOLORES VÁZQUEZ

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