CASO “ALVIA”: A CADA UNO LO SUYO

Cuando la Audiencia Provincial anuló las imputaciones decretadas por el juez instructor del caso “Alvia” contra ciertos cargos de Adif se basó en que la presunta falta de previsión del peligro que suponía la curva de Angrois por parte de aquellos necesitaría de una prueba pericial que así lo declarase. Razonaba contra el único imputado que “de haber estado conectado en el tren el sistema de control Ertms podría hipotéticamente haber colaborado a que el conductor percibiera el lugar donde estaba, aunque solo en análoga medida que podrían haberlo permitido, de haber estado atento a ellos, los numerosos datos existentes en las vías o en la cabina a los que tampoco atendió”.
Expertos consultados disintieron y señalaron que “mientras esos otros datos ignorados por el maquinista son simples avisos visuales o sonoros, la conexión a bordo del Ertms no implica sólo una advertencia más sino que obliga al maquinista a manipular activamente el sistema, ya que, si no, el tren se frena”.
Ahora, pendientes de esas pericias, aparece un relevante documento para el esclarecimiento de los hechos y sus responsables, elaborado año y medio antes del accidente por un cualificado técnico, el jefe de maquinistas de Ourense, que describe todos los riesgos constatables en la llegada del tren a Santiago, como “la ausencia de una señalización más clara, el brusco cambio de velocidad sin aviso previo, sin amparo del sistema más seguro (el Ertms), y una única y tardía señal de poco valor, pues sin la reducción previa de la velocidad el daño es inevitable”. Informe remitido al superior inmediato, el coordinador de los maquinistas de Renfe en Galicia, y, por éste, a las instancias superiores.
Desde Adif siempre se insistió en la inexistencia de queja alguna, como reiteró su presidente, sin embargo hay constancia de reuniones documentadas al respecto. Desde Renfe, su presidente afirmó que en la cúpula no tuvieron conocimiento del informe hasta diciembre pasado.
Revelándose, en cualquier caso, un deliberado silencio sobre los riesgos denunciados y, en definitiva, la no voluntaria aportación a la causa de la documentación atinente, ahora exigida por el juzgador. No parece entonces que haya que esperar a la práctica de ninguna prueba pericial para sentar en el banquillo de los imputados a esos cargos de Adif, y Renfe, y “dar a cada uno lo suyo”.

CASO “ALVIA”: A CADA UNO LO SUYO

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