Mamá se hace cargo de todo

Con celeridad, no en cuatro meses como pretendía el atolondrado David Cameron, en apenas tres semanas, el Partido Conservador acaba de cerrar la interinidad política derivada del anuncio de dimisión del primer ministro tras el fiasco provocado por el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE. La solución tiene nombre de mujer: Theresa May, ministra del Interior en el Gabinete que convocó el referéndum que ha puesto patas arriba a la política británica.
Una mujer con fama de integridad y dureza. Euroescéptica, pero leal a Cameron, a quien con perfil bajo acompañó en alguno de los mítines a favor del “sí” a permanecer en la UE. Sus controvertidas opiniones acerca del problema de la emigración la servirán ahora de referencia para administrar el cierre de las fronteras del Reino Unido al libre tránsito de personas procedentes de los países de la UE, que es lo que, entre otras muchas restricciones, apareja la renuncia a pertenecer a la Unión. A este respecto la futura primera ministra ha sido muy clara al decir que Brexit quiere decir eso: salir del club. Nada de marear la situación como pretendía Cameron al fijar el otoño como fecha del relevo en la jefatura de los “torys” para con arreglo a la costumbre de los gobiernos de Londres seguir pasteleando con Bruselas para intentar salvar los muebles.
En este sentido, May a quien dado sus orígenes familiares (es hija de un pastor anglicano) se la compara con Ángela Merkel, también hija de clérigo, dejó claro intervención que ejecutará cuanto antes el mandato del referéndum. No es una buena noticia para ninguna de las dos partes, porque anuncia una forma de gobernar a lo Margaret Thatcher. Pero es lo que hay. Y habrá que acostumbrarse. Sobre todo los súbditos de Su Graciosa Majestad que todavía no se hicieron a la idea del lío en el que están. Freud habría explicado el relevo en el Partido Conservador como un caso típico de búsqueda de refugio en el regazo materno tras cometer una travesura. Y, ¡menuda travesura ha sido el Brexit! Pero, “Don’t worry”. No preocuparse, “Mamá May se hace cargo del problema”.

Mamá se hace cargo de todo

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