¡Vaya patinazo, Rajoy!

En el funeral celebrado en memoria de las víctimas de la matanza del 11-M presidieron los Reyes y asistieron el presidente y la vicepresidenta del Gobierno, los portavoces de los principales partidos de la oposición y representantes de todas las instituciones del Estado. Pero el Rajoy tuvo un “olvido” , de los que hacen época: Aznar y Zapatero estuvieron ausentes, ni sus partidos ni Presidencia del Gobierno les advirtieron de la convocatoria. A los dos ex presidentes les hubiera gustado asistir, pero Marianico el Corto no movió un dedo para facilitar su presencia.  
Por supuesto, es imperdonable que no estuviera presente, ya que no fue convocado, quien estaba al frente del Gobierno de España aquel aciago día de marzo de 2004 y que asumió la responsabilidad de sostener la convocatoria electoral, el hombre que tuvo los bemoles de poner el rostro político a la tragedia. También es insostenible que no se hubiera invitado al que entonces era el líder del principal partido de la oposición y que, días después, tras unas duras y crueles elecciones generales, pasó a ser presidente del Gobierno.
Ambos señores, eran los dos rostros políticos de aquellos tremendos y estremecedores días. Dos personas que tenían que haber estado. Claro que con Rajoy, cualquier sorpresa negativa puede ser el pan nuestro de cada día. Pero, ¿qué solidez tiene este país, con medidas como la que comentamos? Presidencia del Gobierno tenía que haber estado “al loro” y haber aconsejado a Víctimas del Terrorismo para hacer efectiva la invitación a ambos estadistas que encarnan la memoria colectiva de aquellos días. Y los partidos de ambos también pecaron por omisión y metieron la pata.
¿Hubiera ocurrido algo similar en la conmemoración del atentado terrorista contra las Torres Gemelas en Estado Unidos?: ¡Ni pensarlo! Seguimos siendo un país de pandereta, de falta de criterio, de ignorancias supinas, de mutismos insospechados, de odios sarracenos, de la presencia de un Rajoy que personifica el rigor de las desdichas y al que Aznar detesta y por el es correspondido. ¡Qué tristísimo panorama!

¡Vaya patinazo, Rajoy!

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