Liaño y la “Belle Epoque”

Días atrás, la estupenda gente del Ayuntamiento de La Coruña se reunió en el amplio restaurante de la Sociedad Deportiva Hípica para celebrar un acto entrañable: Homenajear a tres campeones del municipalismo coruñés, a saber: José Manuel Liaño Flores, recordadísimo y entrañable alcalde que fue de nuestra capital; Pilar Valiño Pérez, inolvidable defensora e impulsora de nuestros mercados y José Peña Bermúdez, auténtico salvaguardia de nuestros jardines en su época de esplendor, no como ahora. Todo ello, recordando a Santa Rita, patrona del funcionariado municipal. .
Todos ellos llaman con cariño y devoción al Ayuntamiento, “nuestra casa”. Se rindieron muestras de cariño a José Manuel Liaño, eterno trabajador y eterno alcalde, que estuvo siempre al lado de los funcionarios en “las duras y en las maduras”, les subió el sueldo como no digan dueñas y que un alcalde sumamente cercano y absolutamente comprensivo. Se le dio pues un homenaje de “no juvilación”, aunque el joven Liaño tiene 92 años cumplidos y se le impuso la insignia de oro de los funcionarios veteranos del Ayuntamiento. Hubo también “metopa de honor” para los incombustibles Pilar Valiño y Pepe Peña, ejemplos vivos de extraordinarios  concejales y, aún, mejores personas.
El programa no tuvo desperdicio: Misa cantada en la Colegiata por los compañeros fallecidos y fue depositada una corona de laurel con los colores del pendón de la ciudad en el crucero del atrio, entrega de la insignia al gran Liaño y de la metopa a Doña Pilar y a Don José Peña; también hubo insignia (o prendedor) de oro y plata para los funcionarios jubilados que aún no la tenían. Después, la gran comida, preñada de alegría, anécdotas, recuerdos y discursos. Como siempre, el pico de oro de José Manuel Liaño sentó cátedra a los postres. Recuerdos emotivos para los que ya no estaban presentes en el ágape, emoción sin límites y brindis por la felicidad de todos, Liaño, capitan general.
Para todos, mi cordial y entrañable enhorabuena