FERNÁNDEZ DÍAZ: ¡LA VERDAD!

Será todo lo del Opus Dei que quiera, pero el ministro Jorge Fernández Díaz nos ha salido un atravesado de mucho cuidado. Me estoy refiriendo a su forma de actuar en la tragedia de Ceuta. Es cierto que se le amontona el trabajo: mil inmigrantes en lo que va de año y saber que, por ejemplo, Melilla ha recibido ya en dos meses y medio la mitad de “sin papeles” de todo 2013.
También es verdad que el centro de acogida que da albergue a los extranjeros se encuentra desbordado y la situación es similar a la crisis migratoria que se produjo en 2005. Todo eso es cierto, pero si el ministro sigue mintiendo corre el peligro de que le crezca la nariz. He aquí lo declarado por el camerunés de referencia: “La Guardia Civil tiraba gas en el agua y ese gas me sofocaba. Cuando he llegado a la playa, en las rocas, había un guardia que pone el arma sobre mi cabeza y me dice que vuelva. Yo dije en árabe que no puedo, entonces tira y vuelve a tirar dos veces de nuevo. Toda mi cara se hincha de repente. Hay un momento en que pierdo el conocimiento. Me quedé 15 minutos en el agua, el flotador me ha salvado”.
Hay otro informe similar de un oftalmólogo de Tánger. Para muestra basta un botón. Hay muchas mas muestras. Una ONG establece una relación causa-efecto entre pelotas de goma y muertes. Sin embargo, el ministro aseguró que ningún medio antidisturbios dio a los inmigrantes. Pues sepan ustedes que entre los 15 muertos de Ceuta estaba un menor de 15 años del que se desconoce el nombre y otros dos sin identificar. Hay los testimonios de los que salieron vivos. Hay fotografías y hay partes médicos. Las 64 páginas del informe de la ONG recogen, precisamente, fotografías e informes médicos que prueban heridas  en un fallecido y en otro supervivientes.
Y digo yo: ¿Cómo ha quedado el ministro español ante Europa con sus reiteradas declaraciones? ¿Es que la moral cristina permite mentir con alevosía cuando se trata de preservar la política? Si hubiese en España un digno Pepe Grillo para fustigar la conciencia de Pinocho debería haber actuado ya.

FERNÁNDEZ DÍAZ: ¡LA VERDAD!

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