OCASIÓN PERFECTA

Un año más Gas Natural Fenosa nos obsequió con el Concierto de Navidad, con la Orquesta Sinfónica de Galicia como vehículo conductor, pero esta vez dirigida por su director titular. Poco más de un año lleva Dima Slobodeniouk al frente de la OSG y, aparte de su especial habilidad para la comprensión musical, su estrategia técnica con la batuta le aporta una elegancia natural que ayuda sobremanera al resultado final de sus versiones. Siendo como era su primera vez en este concierto extraordinario, fue poco a poco ganando enteros hasta acabar con la “Marcha Radetzky”, aquí ya con todo el público volcado, aplaudiendo al unísono con la Orquesta. Las obras interpretadas -como dice el programa de mano-, con no poca parte de eclecticismo en su configuración, combinaron varios estilos y formas con una única vocación: la de reunirnos en torno a la música, como incomparable medio para la reflexión tranquila.
Como telonero de la OSG salió a escena Nico Casal que, situado en la esquina derecha del escenario, interpretó la música que él mismo compuso para Gas Natural Fenosa, en su campaña para la TVG. Tras escasos minutos de duración, le seguiría la “Alborada del gracioso”, de Maurice Ravel, obra que la OSG conoce bien tal y como demostraron con su versión. Le siguió la “Obertura fantasía” de Romeo y Julieta, de Piotr Ilich Tchaikovsky, obra en la que la OSG consiguió momentos de gran emotividad debido, fundamentalmente, al sentido compositivo de las secciones de cuerda, para las que el autor reservó la mayor carga de intención melódica.
Las “Variaciones América”, de Charles Ives, abrieron la segunda parte. Obra de escasa entidad intelectual, permitió realizar una escucha amable y predecible. Responsables de ello su tema y estructura formal. “El Caballero de la Rosa “, de Richard Strauss, fue la última composición del concierto. Partitura de gran entidad musical, en manos de Dima y la OSG se convirtió en todo un éxito, mereciendo una fuerte ovación del público que, entusiasmado con esta obra, cerró a aplaudir en Palacio hasta conseguir un bis, como dijimos arriba, la “Marcha Radetzsky”.

OCASIÓN PERFECTA

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