UNA FLAUTA SIN MAGIA

Lo mismo que no hay concierto sin solistas, no hay ópera sin cantantes. Sabiendo de la dificultad que entraña contar con un grupo de personas capaces de asumir los roles principales en una ópera, hubiera sido prioritario, en lo tocante a las labores y obligaciones de los gestores, realizar un esfuerzo acorde a las exigencias del guion que, tratándose de Mozart, nunca es suficiente, pero se trazó un plan radicalmente diferente.
Tras leer en la prensa durante días frases como como “la flauta mágica de los gallegos”, o “nueve voces del país” no nos queda más que expresar nuestro total desacuerdo con este tipo de preferencias a la hora de contratar músicos solistas, ya que este tipo de actitudes no suelen dar buenos resultados.
Así, el pasado jueves asistimos a la puesta en escena de “Die Zauberflöte”, de Mozart, sin duda, una de las óperas más conocidas de todos los tiempos. Lo mejor, la OSG y su Coro, y lo peor, los cantantes solistas. La dirección musical fue más de lo mismo, pues aunque tuvo sus momentos, también hubo lagunas, especialmente interpretativas, y nos referimos específicamente a aquellos momentos en los que la orquesta tiene preponderancia musical plena, no sólo cuando su papel se reduce a acompañante al canto.
La riqueza contrapuntística de Mozart puede parecer sencilla de entender, pero conseguir el punto apropiado de expresividad y auténtico respeto interpretativo es harina de otro costal. Mozart siempre requiere de tiempo para su lectura y para su comprensión.
Acabamos estas líneas recordando una vez más el gravísimo error de gestión y la falta de respeto a la tradición musical coruñesa que supuso en su día el haberse “cargado” de un plumazo los extraordinarios festivales Mozart y el de la Ópera, así como su posterior “fundición” en la llamada “Temporada Lírica”. No hay todavía estudios al respecto, pero el balance cualitativo que recibimos los coruñeses a cambio parece pobre.
En lo tocante a asuntos de palacio aquí nunca nadie tiene responsabilidades, aunque deseamos firmemente que se reabra el caso de una vez. Por el bien de todos.

UNA FLAUTA SIN MAGIA

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