TRIUNFO DEL FACTOR HUMANO

La crisis desatada por el virus del ébola ha puesto de manifiesto, con excelentes resultados, la valía profesional y humana del personal sanitario español, entregado con riesgo y abnegación, a luchar contra esta grave y peligrosa enfermedad.

De humano, demasiado humano, puede calificarse, siguiendo el título de la obra de Nietzsche, el comportamiento de los profesionales de la medicina que a todos los niveles rivalizaron en esfuerzo y sacrificio para atender a su compañera, la auxiliar de enfermería víctima del contagio y a las demás personas en situación de riesgo por su posible relación o contacto con la enferma.

Sin vacuna ni tratamiento específico; con medios de prevención y protección inicialmente escasos e inadecuados; en un centro hospitalario que hubo de recuperarse y adaptarse; sin experiencia laboral ni adiestramiento suficiente en la utilización de los medios y sistemas de prevención y seguridad para hacer frente al virus y evitar su extensión, fue el factor humano de competentes y vocacionales profesionales el que hizo posible, con riesgo y eficacia, mejorar y poner a punto las medidas necesarias para afrontar de manera favorable el brote y extensión de la epidemia.

Fue preciso aplicar antivirus experimentales y suero de dos supervivientes para vencer el ébola en Teresa Romero que, libre del virus, puede ahora contribuir con su suero a nuevas curaciones. En este caso, tan significativo y aleccionador, se hace patente el principio de que “el hombre es el sistema”. De nada valen medios excelentes si no existen manos expertas y mentes capacitadas para su manejo y aplicación; en cambio, la ausencia o escasez de medios pone a prueba el valor científico y profesional del ser humano para vencer las situaciones más difíciles y adversas, subsanando incluso las posibles negligencias que se hayan producido.

Cuando la inteligencia y la voluntad humanas colaboran unidas al servicio de la salud y bienestar de las personas y superan las posibles carencias y dificultades, la sociedad se siente más segura y protegida. Y fue, precisamente en el caso que nos ocupa, en el que brillaron a mayor altura los profesionales que las infraestructuras o logística de las que en principio dispusieron. Finalmente, el triunfo del factor humano nos reconforta y reafirma en la confianza que ejemplos como el que dejamos expuesto representan para la humanidad.

TRIUNFO DEL FACTOR HUMANO

Te puede interesar