VESTIDO MEDIO LLENO Y VASO MEDIO VACÍO

Intentando pensar sobre qué escribir esta semana, busqué cuáles habían sido los asuntos más comentados. Quizás las inundaciones del Ebro, la frágil situación de la economía griega o, seguramente, las próximas elecciones. Pues no. Lo más comentado en internet los últimos días han sido dos cosas: el color de un vestido y si un vaso de agua era arte o no. Confieso que cualquiera de las dos opciones me dan la misma pereza.
En el primer caso, no consigo entender por qué discutir sobre el hecho de que un vestido sea azul o blanco tenga entretenido a toda la parte del planeta que dispone de acceso a internet. Y que, incluso, le hayan dedicado buena parte del programa de La Sexta Noche, dedicado habitualmente a temas supuestamente más serios, como son los de debate político. La historia comenzó en la red social Tumblr, donde una mujer, Swiked, preguntaba a los usuarios su opinión sobre el color de un vestido, cuya foto añadía, porque decía no ponerse de acuerdo con sus amigos. El vestido –que ya está agotado– es azul y negro, pero la que ha liado ha sido parda. La polémica ha sido tal que logró más de 700.000 tuits.
En cuanto al segundo tema estrella de la semana, se trata sin duda de arte. Porque es innegable que intentar vender un vaso de agua por 20.000 euros requiere mucho arte. El autor, si es que se le puede llamar así, es el cubano Wilfredo Prieto, y dicen que varias personas se llegaron a interesar por la pieza, colocada primorosamente sobre un estante de madera. Claramente, el artista es optimista, porque ha elegido como título ‘Vaso medio lleno’. También es cierto que para presentarse en una exposición con un vaso y una jarra de agua en plan Tip y Coll hace falta tener la esperanza medio llena y la vergüenza medio vacía.  
Lo bueno es que, cuando pongo el telediario, cojo un periódico o entro en Twitter y veo que esos son los asuntos más comentados, rápidamente me tranquilizo y pienso que no ha debido de pasar nada grave en el mundo. Si nos entretenemos en debatir acaloradamente sobre estas chorradas, seguramente es porque no hay tragedias, asesinatos o graves casos de corrupción. Por eso o porque hemos llegado a un nivel de frivolización en el que lo más normal sea que Belén Esteban sea la próxima presentadora del telediario.