PSOE ferrolano, la casa por barrer

Tomo el título prestado de un comentario a las informaciones que sobre el rifirrafe del debate público del PSOE ferrolano aparece en la web de DF. El refranero, ya se sabe, es sabio, más cuando se trata de analizar tan ridículo espectáculo como este en el que se ha convertido la divergencia entre dos sectores de los socialistas locales. Uno, empeñado en consolidar un nuevo frente de actuación, con caras renovadas en su inmensa mayoría; otro, auspiciado y alentado, pese a su voluntad, por lo que los otros siguen considerando la “vieja guardia” del PSOE ferrolano. Hay más matices, pero tal vez aburran.
La propuesta y posterior desarrollo de las negociaciones sobre el modo, el sitio, el alcance y quién sabe cuántas migas más, de un debate público en el que tome parte no solo la militancia sino también simpatizantes o afines, partió de la candidatura a las Primarias locales que lidera el edil Ramón Veloso  para decidir qué frente asumirá la responsabilidad de mantener a los socialistas como la segunda fuerza política de la ciudad. En el habitual frenesí a que tiene acostumbrada a la opinión pública su oponente, la parlamentaria autonómica y secretaria local del PSdeG, Beatriz Sestayo, primero fue el rechazo y, posteriormente, la aceptación del reto. Saber sin embargo a estas alturas qué motivos llevan a que dos propuestas diferentes sean incapaces de pactar un mínimo de compromisos para cuestión tan fatua como la descrita solo admite explicaciones en ámbitos intrínsecos, porque lo que es a los foráneos lo máximo que les queda es el desencanto por tan lamentable situación.
Para cualquier partido en el gobierno local, en este caso el PP, es sin duda de agradecer que el papel de captar apoyos a la reelección lo asuma aquel que, al margen de las nuevas distorsiones que se producen en el mapa político del país, pudiese tener opciones a la Alcaldía, como ha venido sucediendo desde la llegada de la democracia en este Concello. El refranero viene pues al pelo, porque entre discusiones, descalificaciones, pronunciamientos y todo aquello que no se sabe pero de lo que todo el mundo ha oído hablar, la casa, evidentemente, está por barrer. Mientras tanto, pasmados deben estar aquellos que creen que el PSOE es una opción de gobierno sensata y con capacidad para regenerar una ciudad en la que el viento sopla más de lo previsto entre casas caídas, el inasumible desempleo y, como se ve, la incapacidad para convertir el diálogo en una herramienta de trabajo más que en un arma arrojadiza.