Una víctima entre varios culpables

tino, hombre de gatillo fácil con los entrenadores, debe sentir ya un hormigueo que no presagia nada bueno para Mel. Es verdad que al presidente le gustaría que todo se quedase en un gatillazo, pero el efecto bromuro solo lo proporcionan las victorias y de eso, desgraciadamente, no hay por aquí. Ahora bien, ¿toda la culpa es del técnico? No, evidentemente, no. La plantilla es la que es y quienes la diseñan son los que son. Si el gatillo de Tino, en vez de funcionar tiro a tiro, disparase ráfagas, el presidente debería hacer una escabechina, pero en el caso de que el Deportivo no le gane al Alavés solo habrá un cadáver, porque los otros no se inmolan, eso seguro. FOTO: tino y mel | aec

Una víctima entre varios culpables

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