El triste final de una corbeta

LA visita, con actuación incluida, de Marta Sánchez a los soldados españoles destinados en Irak fue la versión cañí de la que Marilyn Monroe hizo las tropas estadounidense que combatían en Corea. La corbeta “Diana” fue desde ese día un objeto de culto para los seguidores de la cantante coruñesa, pero sus días están contados. La Armada ha decidido sacarla a subasta –a la nave, no a la artista– para que el comprador la desguace. Los miembros del club de fans lloran desconsolados por no tener dinero suficiente para adquirirla y montar una especie de Graceland cañí.

El triste final de una corbeta

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