Los siervos de la gleba en versión mareante

CARMEN Santos, la vicaria de Pablo Iglesias na terra, mira de esguello –mala señal–, pese a lo cual presume de que los círculos concéntricos enxebres se caracterizan por sus relaciones fraternales. Tan fraternales son esas relaciones que la diputada Ángela Rodríguez, alias Pam, cuando se refiere a ella la llama “la puta coja”. Vamos, el nirvana, pero un nirvana que se extiende polo país adiante, pues En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, se apunta también a esa vida flower power. En su próximo plenario aprobará una norma que transforma a los diputados en el Congreso en siervos de la gleba, ya que deberán seguir los criterios y las normas que marque el juez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares, so pena de revocación... Y parecía un miñaxoia.

Los siervos de la gleba en versión mareante

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