Los republicanos abren la legislatura con un gran espectáculo

INÉS Arrimadas, musa del sector pijo de Ciudadanos, es decir, de todo el partido –título que ostentará sin posibilidad de discusión hasta que Cayetana Álavrez de Toledo se afilie– lo resumió con precisión absoluta: “Hemos asistido a un mitin de ERC”. Se refería así a la perorata que Ernest Maragall, presidente de la Mesa de Edad en la constitución del Parlament –lo cual indica que ya no es un chavaliño–, había soltado minutos antes. “Este país será siempre nuestro”, llegó a bramar el veterano político republicano. Después llegó la entronización de Roger Torrent, bastante más joven, pero ya bien curtido –a los 20 años ya era concejal en su pueblo–, que es partidario de implantar la República en esta legislatura y que hace unas semanas llegó a negar la quiebra económica de Cataluña. Así se dieron los primeros pasos del nuevo circo de los independentistas. Albert Boadella, presidente de Tabarnia en el exilio, lo había anunciado 24 horas antes: “Soy un payaso, pero a su lado soy un modesto aprendiz”. ¡Cuánta razón tenía! Siempre quedará el consuelo de que Cataluña cuenta con una cantera inagotable de bufones.