El optimismo de Andone

ANDONE, una versión mejorada de Pandiani, ha calado, como ocurrió con el uruguayo, en el deportivismo. Su entrega y su pelea contra los defensas ya eran dos buenas razones para que la afición lo admitiese entre los suyos con celeridad, pero además ha marcado ya siete goles, así que va camino de conseguir por la vía rápida el título de hijo predilecto de Riazor. Y con el piquito tampoco se maneja nada mal; es más ya ha aventurado que de aquí a final de Liga el equipo puede estar muy tranquilo. Hombre, puede estar tranquilo si se van recuperando los lesionados y tanto Kakuta como Ola John aportan una buena dosis de fútbol, porque los últimos partidos han servido para comprobar la importancia que Babel tenía en el equipo.