EN Alicante se han decidido a multar con 600 euros a todos los bañistas que no respeten la bandera roja y no obedezcan las órdenes de los socorristas. Una medida necesaria si se tiene en cuenta que este verano han muerto ya más de trescientas personas en las playas españolas. El mar es algo muy serio y parece que son pocos los conscientes del riesgo que puede entrañar un chapuzón en un lugar inapropiado.