El mendigo más rico del mundo

EN la cocina económica no era conocido; en los albergues para mendigos, tampoco. En cambio, en los restaurantes con un montón de tenedores y en los hoteles con aún más estrellas le hacían reverencias. Sin embargo, el cabecilla de la Gurtel, Francisco Correa, era un indigente para Hacienda desde 1999, pues carecía de recursos. La greñas que luce le dan un look de homeless e incluso la cara se le ha ido chupando en los últimos meses, pero de ahí a disfrutar de la condición de pobre de solemnidad... Claro que si su abogado anda listo todavía puede salvarlo de la cárcel alegando que con la trama se buscaba la supervivencia. FOTO: francisco correa | aec