Un exilio para no dormir sobre sábanas revueltas

ORIOL Junqueras, el presunto hermano de Miguel Durán el de la ONCE, está tan centrado en su plan de vida carcelario, ora et labora, y sacar adelante su magna antología epistolar, “Cartas desde mi celda”, que se le olvidan las pequeñas cosas; mejor dicho, ni piensa en ellas. Tras su primera noche en Estremera dejó la celda hecha una leonera y un funcionario le comunicó que debía hacer la cama. “Ah, ¿que me tengo que hacer la cama?”, preguntó él y la respuesta fue contundente, educada, pero contundente: “Sí, señor Junqueras, esto no es un hotel”. A ver si el flamenco Puigdemont decidió exiliarse porque no sabe hacer la cama y no quería pasar por el trance de que los demás presos se enterasen de su absoluta ignorancia sobre las tareas domésticas.

Un exilio para no dormir sobre sábanas revueltas

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