Cruella de Vil, en versión enxebre

KIRA puede ser nombre de actriz, sobre todo si se le añade el apellido Miró. También lo puede ser de perra, en concreto de raza boxer, con domicilio en el municipio de Gondomar y equipada con un microchip. Pues bien, esa cadela permaneció durante siete meses alejada de su casa y no porque se extraviase, sino porque le gustó a la presidenta de la protectora de animales Bai.Senpulgas y se la apropió. El juez la ha condenado a una multa –150 euros, o sea, que no necesitará recurrir al crowdfunding para pagarla– porque considera acreditado que quería incorporarla a su patrimonio, al de la protectora o al de un tercero. Pues da toda la impresión de que sí.

Cruella de Vil, en versión enxebre

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