Un ataque de tos que es para partirse de la risa

LA sanidad catalana está como está; lógico, si hay que que pagar referendos y chalecitos en Waterloo, en la caja no puede haber pasta para pagar al personal sanitario ni a los proveedores. Que se lo digan al exconseller Joaquím Forn, a quien sus propios compañeros apodan “El panchito” por ser un cruce de catalán y ecuatoriana. El pobre, que se va quedando sin argumentos para pedir su excarcelación, lo ha intentado ahora alegando que sufría tuberculosis, que, por supuesto, había contraído en la trena. Pero, ¡oh, casualidad de las casualidades!, lo han sometido al test de la tuberculina y el resultado descarta que padezca la enfermedad y que simplemente en algún momento de su vida, posiblemente durante la niñez, tuvo contacto con el bacilo de la tuberculosis. Qué se le va a hacer,; tendrá que seguir enjaulado.

Un ataque de tos que es para partirse de la risa

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