RACIONALIZANDO LO IRREAL

En la Casa de Cultura Salvador de Madariaga exponen García de Marina y Román Montesinos una serie de fotografías que beben- como querían los surrealistas- de los encuentros de lo dispar o – como sugerimos nosotros- de la ley universal de las analogías y de las infinitas posibilidades del arte combinatoria, con los sorprendentes engendros que de ello se derivan. Los presenta ese maestro del juego de las imágenes inclasificables, que es Paco Pestana, cuya cabeza chispea genialidades de este cariz: “Si los sencillos poemas engendran siempre locomotoras de vapor bufando a lomos de las libélulas de Montesquieu, ¿por qué no creer y ver a pies juntillas a los carneros alados rascándole el occipucio al cuñado de Pol Pot?”.
Con este programa tan fuera de lo ordinario, podemos ver como un compás se convierte en las agujas de un reloj, un mechero sobre un candelabro deviene una vela, unas gafas puestas en su caja con las patillas cruzadas parece un durmiente o un cadáver, unas hojas de afeitar clavadas en un tronco recuerdan una rara especie vegetal, un tomate y un pimiento imitan un punto y una coma, unas tacitas de café apiladas sosteniendo una calavera son un émulo de la columna vertebral, una pinza abierta puesta de pie junto a la silueta de la torre Eiffel establece con esta un poderoso parecido y así sucesivamente.
Se trata, ni más ni menos, de metáforas visuales o de algo todavía más atrevido e insólito que,  en poesía, recibe el nombre de imagen visionaria; por eso Pestana que es ducho en ellas, tanto en su escultura como en su prolífico verbo, usa una maravillosa imagen de aire con eso de “las locomotoras de vapor sobre las libélulas”, pues el soplo de la palabra poética puede permitirse ese prodigio de volar.
También estos dos saben volar, cada uno con sus alas, aunque apoyándose en otros que también volaron como  Brossa o el fotógrafo Chema Madoz y hace cien años los fundadores de los Movimientos Dada y Surrealista. Y aunque usan ambos un parecido método de descontextualizar los objetos, se proponen un distinto objetivo conceptual: García de Marina persigue sobre todo el impacto poético con composiciones muy nítidas, muy sencillas, casi minimalistas; por el contrario Montesinos pretende despertar la reflexión crítica o incluso filosofar sobre la condición humana y el tiempo, la contingencia, el amor, la violencia… son algunos de sus temas
    Todo lo que vemos es ajeno al universo de lo razonable y nunca podría suceder en la realidad que conocemos y, no obstante,  lo titulan “Racionalizando lo irreal” porque lo que buscan es  que la imagen surreal  o irreal- como se quiera- despierte en el espectador la capacidad de pensar.

RACIONALIZANDO LO IRREAL

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