IX ANIVERSARIO DE LA GALERÍA XERIÓN

L galería Xerión conmemora su noveno aniversario con la exposición “ Primeras figuras de la pintura y la escultura gallegas”. Nombres de artistas ya desaparecidos, como Laxeiro, Isaac Díaz Pardo, Tenreiro, Lago Rivera, Mª  Antonia Dans, Leopoldo Novoa, Felipe Criado o Quessada se suman a los de Alfonso Abelenda, Alfonso Costa, Rafael Úbeda, Laureano Vidal, Márgara Hernández, Marta Pardo de Vera, Ramón Conde, Julio Sanjurjo o Chelín, en total unas cincuenta versiones diferentes de nuestra plástica, que hablan ampliamente de la riqueza de visiones y de la amplitud de matices que encierra.
Todas las inflexiones de género, temática, forma o cromatismo están presentes; desde las hieráticas figuras, de corte románico de Antonio Patiño, hasta el expresionismo de Laxeiro, de raiz esperpéntica o los luminosos gaiteiros de A. Caruncho; desde el bodegón a la manera del tenebrismo barroco de Isaac Díaz Pardo, a los de vibrante color de Sotomayor y María Antonia Dans, con sus frutales exultaciones; desde el paisaje de tintas otoñales en entonaciones verde-tierra de Prego de Oliver y los montes desnudos y solitarios de Sucasas, hasta las polícromas marinas de Abelenda.y las entrañadas interpretaciones de la naturaleza gallega, de hermoso y delicado lirismo de Xavier Pousa que canta en tono menor el blanco florecer de los frutales, junto a eglógicas aldeas y  emboscadas lejanías violáceas. Presentes están las figuraciones alegóricas de Alfonso Costa que hace danzar la luz en un “pas de deux” y las atemporales de Mario Granell que evoca estancias señoriales con ecos trovadorescos, junto a mares detenidos, frente a los cuales antiguas damas bordan o leen, también evocan antiguos tiempos los enamorados de M. Pardo de Vera.
La mujer aparece en todo su esplendor de formas carnales en Felipe Criado, se torna evanescencia de azules en X. Quessada o revela toda su  intocable y delicada intimidad en un espléndido cuadro de González Collado que la pinta ante su tocador, entre  gaseosas auras, como si estuviese en un santuario. No faltan las típicas escenas elegantes de Gerardo Porto, ni las surrealistas visiones de Lugrís Vadillo, que deconstruye la Torre de Hércules y le abre múltiples ventanas para hacerla habitáculo de milagrosos cuadros en miniatura o convierte una caracola en el símbolo germinativo de la espiral.  
Potentes maternidades de Márgara Hernández,  abstracciones de Manuel Suárez, hombres sarcófago de Miguel Couto, cabezas de aire negroide de Julio Sanjurjo, algún tótem de la que suscribe, paisajes de Mª Xosé Díaz, de Peteiro, etc dan fe de la variada incitación de la muestra.

IX ANIVERSARIO DE LA GALERÍA XERIÓN

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