DAVID ARTEAGOITIA

La Fundación CIEC ofrece una muestra de grabados de David Arteagoitia (Bilbao 1980), que es profesor de técnicas gráficas en la Universidad del País Vasco y cuyo trabajo se centra, especialmente, en los valores matéricos y  texturales de la estampación; se sirve para ello de la técnica aditiva, un método que permite dar diversos relieves a la matriz de grabado, consiguiendo, al pasarlos al papel, que queden resaltados los efectos de las diferentes texturas y que se logren contrastes de gran expresividad que se aproximan a  las calidades pictóricas. Los contrastes, en este caso, vienen potenciados por la reducción del color a los rojos profundos y a los negros (con variados matices de gris). 
La muestra se titula “Path and Other Series”, una propuesta que puede inscribirse dentro del informalismo abstracto y que, como tal, da una gran importancia al impacto de las masas y de las manchas, las cuales  se abren en un variado repertorio de formas, desde las levemente aguadas y ligeras a las más densas y “pesadas”; igualmente presente está el gesto que dibuja trazos de amplios signos y caligrafías ondulantes y curvilíneas que traen reminiscencias de escrituras orientales. El efecto de todo ello junto es de una gran vitalidad que denota la presencia de fuerzas en efervescencia que crean tensiones en el  espacio gráfico que pueden leerse como campos psicológicos, como energías antitéticas  que transmiten la sensación de lucha, de enfrentamiento de contrarios; algo, por cierto, muy barroco y muy español. 
Por un lado, estaría la sombra, expandiéndose en negros, dibujando reptantes caminos, adoptando presencias agigantadas, moviendo mareas oscuras y transformando el blanco en una laguna agitada; por otro lado, estaría la pasión, los planos de rojo intenso que aparecen sumergidos bajo esas aguas turbulentas. Esta tensión  de amplios planos negro-rojo es potente en las obras de homenaje a Antoni Tapies, donde las masas se opacan y espesan. En la serie Path (Camino) destaca el gesto caligráfico en forma de bucle que perfila tropismos internos y dibuja formas ambiguas que responden a impulsos espontáneos de la mano y que lo mismo pueden recordar el rizo de un caracol, que la cola de un ave alzándose en el aire o el símbolo del infinito; también puede leerse como un signo de interrogación interpelando a lo desconocido; que los llame Caminos alude también, simbólicamente, al enfrentamiento con el enigma de la Esfinge. Flujos y reflujos del ser, huellas en el sendero, vaivenes del acontecer que pasa inevitablemente, es de lo que habla esta obra de David Arteagoitia.

DAVID ARTEAGOITIA

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