CARMEN MARTÍN EN ARTE IMAGEN

Carmen Martín es una pintora gallega nacida en Suiza (Winterthur, 1971), de donde regresó muy niña a Ferrol, su tierra de origen, y se formó en las facultades de Bellas Artes de Pontevedra y Barcelona. En 1998 fundó en Ferrol, con su marido Miguel- Anxo Varela, también artista, la Escola Aberta de Arte. Actualmente, está embarcada en el proyecto Pintura en Acción, que consiste en maratones pictóricos realizados en lugares que están fuera de los circuitos artísticos, con el fin de oponerse a los cauces institucionales, que –según ella señala– reservan sus salas para las tendencias de moda y para artistas foráneos; y  también lo hace como reivindicación de la pintura figurativa, en un momento en que no se la valora.
Así, su muestra “Coruña forever”, en Arte Imagen, consiste en un amplio paseo “a plein air”  por rincones emblemáticos de nuestra ciudad, desde el entorno de la Torre de Hércules, hasta la Avenida de Lavedra, recogiendo con su sabia pincelada y su dominio de las temperaturas cromáticas el espíritu que palpita en sus luces atlánticas y que es siempre el mismo ( o forever, como reza el título) y, a la vez, siempre cambiante: ese misterio de la luz que tan bien conocieron los impresionistas. Y así, equiparable a las muchas versiones que Manet hizo de la catedral de Nôtre Dame, nuestro Faro se tiñe de ocre o de naranja o de intenso dorado y se la puede ver majestuosamente enhiesta sobre el montículo o tímidamente encuadrada entre la vegetación: “Depende de donde me mireis”- dice y ello es toda una declaración de principios plásticos, en los que entra el enfoque, la tonalidad y la modulación.
Y esto de modular matices se le da muy bien a Carmen Martín que puede recoger los fríos fondos de un acuario con peces o los cálidos rosicleres de un atardecer en el Matadero. Sus trazos, básicamente compositivos, son potentes y lo mismo pueden traducir la movilidad de las curvas de la autovía que se desliza hacia el horizonte, que la firmeza de unos troncos añosos tras los que se esconde la playa de Riazor;  pero al lado tiene la gracia de traducir la ligereza de las cambiantes auras del cielo o de dejar los volátiles y ligeros grafismos de unas hojas que tiemblan como puntos negros contra el fondo iluminado. “Puntos de vista”, “Predomina la luz”, “Todo depende de la luz”… rezan sus títulos y efectivamente es ella la que le dicta armonías y contrastes y hace que el paisaje cotidiano aparezca bajo los tintes de la maravilla, no fotográficamente reproducido, sino reinventado, nuevo; por ello, ilustra uno de los cuadros con este largo título: “Cuando llego a este punto pienso siempre lo bella que es esta ciudad”.

CARMEN MARTÍN EN ARTE IMAGEN

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